Nos llaman Utópicos, los que actúan como si el mundo no tuviera límites.
Ellos, cuya fe infinita en la tecnología les hace creer que el hambre se acaba con supermaices y el cambio climático con superescudos anti- radiación solar, nos llaman utópicos.
Ellos, distópicos radicales que viven con normalidad en un mundo de esclavos felices y muertos invisibles, siguen llamándonos utópicos.
A nosotros, que vivimos con los pies en el suelo.
Y las manos en la tierra.
GRAN reflexión.
ResponderEliminargracies por pasar por aqui rake! un besu!!
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